1-Técnica.
La técnica es el medio por el cual el artista obtiene un resultado, el cual es requerido por el autor de la obra, la mente del artista y que además obedece a condiciones mínimas de cuidado del cuerpo y a la prevención de enfermedades de índole traumática.
La técnica debe, además, obedecer a la naturalidad y armonía en los movimientos para favorecer el fluir de los sonidos y de la musicalidad inherente a cada frase musical.
2-Pulso.
El pulso es el tiempo musical. Dividiendo y subdividiendo de manera regular e irregular es como se construyen los ritmos. Podemos decir entonces que el pulso es el cimiento fundamental que regula el comportamiento rítmico.
El pulso puede ser parejo, como el de un metrónomo (accesorio que sirve para medir el tiempo musical) o puede variar su velocidad, según lo requiera la interpretación de la obra que se ejecuta.
3-Musicalidad.
La musicalidad es la comprensión que se debe tener ante una nota musical, una figura musical y una frase musical, más allá de lo específicamente técnico del instrumento.
4-Groove.
El groove es el espíritu que hay detrás de un patrón o ritmo. Por ejemplo, en un patrón de samba hay involucradas distintas figuras como saltillos, cuartinas y corcheas en contratiempo. Cuando se mezclan producen un ritmo, y cuando este ritmo es reconocido como samba entonces a eso se le llama groove de samba.
5-Interpretación.
La interpretación es el producto del entendimiento global que hace el artista de la obra a la cual sirve. Es el resultado final de la comprensión de todos los factores involucrados donde están presentes los conceptos antes mencionados.
6-Estilo.
El estilo es el sello personal de cada artista puesto en la interpretación de la obra y hace que se diferencie de otros artistas que han servido a la misma obra. Es lo que hace que el público identifique al artista, esto producto de una madurez y de años de búsqueda de un sello propio.
No es lo mismo este concepto con el de los ESTILOS MUSICALES que son las diferentes manifestaciones del lenguaje musical.
